SOY LA REINA DE MI HOGAR

No se si alguna vez tuviste que vivir algo similar a este relato de vida de la reina Ester. Ta vez me digas: «No, porque yo no soy una reina», pero estas equivocada. Si, ¡tu eres una reina la reina de tu hogar! y como tal, … ¡tu esposo es el rey!
Tambien tienes tus familiares, el igual que Ester, aquellos que compartieron tu tiempo de niñez, de escuelas, de juegos, de fiestas familiares, donde te encontrabas con tus primos/as a jugar, o cumpleaños donde compartias ese lazo tan fuerte que es la » familia».
Como mujer, alli en el relato, Ester habia adquirido una relacion legal al casarse con el rey Asuero, y anterior a esto, existia un lazo familiar muy fuerte con su tio Mardoqueo que significaba una relacion filial.
Al leer el libro de Ester me llamo la atencion el ultimo versiculo que habla de Mardoqueo (10:3) …»porque procuro el bienestar de su pueblo y hablo paz para todo su linaje»…
Alli encontre dos cosas importantes que se anhelan en toda familia: Bienestar y Paz.
¿Quien de nosotros no sintio predileccion por un tio o tia que dejaron un sello de amor y confianza en nuestro corazon y son ese lazo que mantiene unida a la familia con el correr de los años.?
Es una realidad que cuando nos casamos formamos otra familia, la propia, ese es el proposito de Dios y las prioridades cambian, pero las relaciones familiares no pierden su vigencia en cuanto a los derechos y obligaciones legales y filiales.
¡Cuan sabias debemos ser las mujeres para cuidar nuestros seres queridos nuestro propio hogar y tambien ver por nuestros familiares en necesidad! (Ver Proverbios 31: 14-16).
Recordando que al casarnos nuestras obligaciones van dirigidas primeramente al entorno propio, ¡que gratificante es poder a veces, prestar ayuda o cambiar situaciones dolorosas en la familia con una intervencion oportuna!
Pero atentas, creo que debemos tener en claro tambien que todo paso para esta ayuda, debe ser hablada con nuestro esposo y ser de mutuo acuerdo.
En el libro de Ester encontramos la actitud correcta de una esposo que desea ayudar a su familia.
Considera alli los pasos a seguir: 1) conocer la situacion, 2) orar y pedir apoyo de oracion, 3) presentar al esposo la situacion, 4) recordar queDios apoyara y obrara para lo mejor, usandonos a nosotros u otros.
¿Cual sera el resultado de esto si recurrimos a Dios primero que a nadie? «A LOS QUE LE AMAN, A DIOS, TODAS LAS COSAS AYUDAN A BIEN»
Asi que , querida mujer, amada de Dios, de no desfallezcas de preocupacion cuando tengas que hacer efectivosd tus derechos y obligaciones tanto legales como filiales, tanto en tu propio seno familiar, como con tus familiares queridos.
Si es para bien, Dios obrara, pero no te olvides tambien del favor de tu esposo. Que sea de bendicion

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